A pesar del número creciente de vehículos con frenos de disco en el eje trasero, los frenos de tambor siguen siendo un componente fijo en la construcción de vehículos. Los sistemas de dinámica de conducción como ABS y VSC tampoco han cambiado este aspecto, ambos sistemas funcionan por tanto con frenos de tambor.
El requisito previo principal es un freno de tambor con un buen mantenimiento y todos los componentes individuales en perfecto estado. Sin embargo, en la práctica, es aquí donde suelen empezar los problemas. Esto se debe a que, frecuentemente, al cambiar las zapatas de freno y los cilindros de la rueda, no se presta suficiente atención a las otras piezas del sistema. Y, sin embargo, son precisamente los muelles extraíbles, los resortes fijos de las zapatas y el regulador los que son cruciales para un funcionamiento seguro de los sistemas de dinámica de conducción. El Superkit de TRW puede ayudar en este aspecto ya que incluye todas estas piezas. Esto significa que no es necesario volver a emplear componentes desgastados. Examinemos más detalladamente estos componentes.
Guía de montaje
Las zapatas de freno deben retraerse mecánicamente a su posición inicial después del frenado, por este motivo la fuerza tensora de los muelles extraíbles tiene una gran importancia. Con el tiempo, sin embargo, estos muelles pierden elasticidad. Esto resulta en una frenada chirriante y –como resultado– en ruido y temperaturas de funcionamiento excesivas constantes. Como el intervalo de mantenimiento de los frenos de tambor es de dos a tres años de media, recomendamos encarecidamente reemplazar estos muelles.
Muelles extraíbles para colocar
Lo mismo se aplica a los muelles fijos de zapatas de freno. Además de la reducción de la acción del muelle, las placas de cierre (fig. 1: 1) son particularmente sensibles a los daños por corrosión. Si el muelle fijo de la zapata se afloja debido a una placa de cierre que se suelta, esto puede tener graves consecuencias: la zapata de freno se desliza por el pistón del cilindro de la rueda empujándolo completamente hacia fuera de su carcasa. Como consecuencia, el freno falla completamente.
Fig. 1 Muelle fijo de zapata con placa de cierre
Al aumentar el desgaste del material de fricción, las unidades del regulador mecánico en los sistemas de frenos de tambor ajustan las zapatas de freno. Hay un gran número de sistemas diferentes. Este artículo se ocupa solo del sistema de la denominada regulación progresiva.
El regulador con piñón se compone de la vara de presión por rosca (fig: 2: 2), del piñón de regulación (fig. 2: 3), del manguito de compresión (fig. 2: 5), de la palanca de regulación (fig. 2: 4) y de un muelle (fig. 2: 1) La palanca de regulación (fig. 2: 4) está montada con giro en la zapata de freno y encaja en el piñón del regulador (fig. 2: 3) con un borde angular.
Al operar el freno de servicio, los pistones del cilindro de la rueda separan las zapatas de freno. Si la cámara de aire se hace más grande que la cámara diseñada debido al desgaste del forro, el piñón de regulación (fig. 2: 3), se gira alrededor de una brida de diente mediante la palanca del regulador (fig. 2: 4) a un lado del diente, de tal forma que la vara de presión roscada se desenrosca. Esto hace que toda la unidad del regulador sea más grande, volviendo a establecer la cámara de aire diseñada. El muelle (fig. 2: 1) proporciona aquí el par de regulación.
Fig. 2 Unidad de regulador con piñón
Fig. 3 Unidad de regulador con termo-clip
Al exponer los frenos a una gran presión (tensión térmica), el tambor de freno se expande (el diámetro del tambor aumenta) incrementando el hueco entre el tambor y el material del forro. Para evitar la regulación del freno con el tambor caliente, esta unidad de regulación está equipada con un termo-clip (fig. 3: 4; fig. 4: 4). El termo-clip está colocado entre el piñón de regulación (fig. 3: 3) y el casquillo de compresión (fig. 3: 1). Al aumentar la temperatura del freno, el tambor se expande y, proporcionalmente con este, también el termo-clip.
Fig. 4 Función del termo-clip
Toda la unidad de regulación se extiende en su dimensión "X" (fig. 4), evitando una regulación no deseada. La unidad vuelve a su estado original cuando el freno o el termo-clip haya enfriado.
Si durante una reparación del freno de tambor solo se reemplazan las zapatas y los cilindros de la rueda, queda un riesgo residual en la seguridad del resto de componentes. Si durante la reparación se determina que una parte de la unidad del regulador es defectuosa, esto puede derivar en sorpresas no gratas: los recambios requeridos generalmente solo se pueden adquirir en el taller oficial, algo caro y que requiere tiempo. Las ventajas del Superkit son, por tanto, obvias: no solo acelera considerablemente la reparación, sino que también es más seguro que reemplazar solo piezas individuales.
Superkit – Reparaciones rápidas y sencillas
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